El Teatro Invisible es
otro de los métodos desarrollados por Augusto Boal dentro del Teatro del
Oprimido que consiste en la representación de una escena en un ambiente que no
sea un teatro, delante de personas que no sean espectadoras.
El espacio puede ser un restaurante, una cola, un parque,
una calle, un mercado, un tren, etc. Las personas que asisten a la escena son
aquellas que se encuentran allí accidentalmente, en ningún momento tienen
conciencia de que se trata de un “espectáculo”.
El Teatro Invisible necesita la preparación minuciosa de una
escena, con texto completo o con un guión; siendo necesario ensayar suficientemente
cada escena para que los actores/actrices puedan incorporar en sus actuaciones
y acciones las interferencias de los espectadores.
El fin del Teatro Invisible es reflexionar sobre un tema,
nunca es una cámara oculta que sirva para entretener.
Siguiendo las directrices marcadas por Augusto Boal, nos
embarcamos en el proyecto “Teatro Invisible para la Igualdad”, con el fin de contribuir al fomento de la
igualdad entre hombres y mujeres , promoviendo la reflexión a partir de las
reacciones de un público “no-espectador”.
Este proyecto cuenta con el apoyo del programa europeo “La Juventud en Acción”